Aunque no le hacía demasiada gracia la idea, este tipo tuvo que dejar que su esposa se follase a otro hombre. Se lo había prometido y siempre ha presumido de ser muy liberal, así que la muy zorra preparó una tarde en compañía de un chico muy dotado. De hecho quiso que su marido se quedase a mirar por el morbo, gimiendo delante de sus narices mientras era follada fuertemente por ese semental tan fogoso.