No le faltaba nada para conseguir al fin sacar su carrera y convertirse en doctora, pero a esta universitaria tetona aun se le resistía una de sus asignaturas. Para intentar facilitar las cosas, fue a ver a su profesor de medicina y lograr así que la tuviera más en cuenta, pero el tipo es un pervertido y si quiere aprobar, tendrá que darle algo más que los buenos días. De hecho cuando llegó a su despacho, le notó mucho más cariñoso de lo habitual y al final, le siguió el juego hasta terminar follándoselo sobre una de las camas del hospital donde hacía prácticas.