Iba tranquilamente con mi coche de vuelta a casa y de repente, me encontré junto a una rotonda a una chica bastante zorra. Digo esto porque desde el primer momento, la jovencita no dejó de insinuarse, hasta meterse en mi coche y chuparme la polla. La verdad es que no podía creerme lo que estaba pasando y por eso, decidí grabarlo todo hasta terminar follándomela junto a la puerta del copiloto y terminar con ese encuentro corriéndome en su boca.