Como cada mes, tuve la visita de mi asesor para hablar de mis cuentas y de los impuestos que debía pagar. Pero en nuestra última reunión sentí la necesidad de seducirle, así que cuando me quedé sola, aproveché para quitarme las bragas. Cuando volvió me abrí de piernas y le enseñé mi coño, invitándole a probarlo hasta conseguir que se fuese a por mi y me follase a gusto sobre el sofá del salón. Menudo animal!!