Un cuerpazo como el que tiene esta jovencita no se conserva así como así y por eso, acude al gimnasio siempre que puede. Hoy coincidió con un chico y notó como mientras se ejercitaba, el tipo se lesionaba y notaba un dolor en la rodilla. Ella le hizo un masaje pero en lugar de relajarle, lo que hizo fue ponerle cachondo y al final, los dos tuvieron que aprovechar el momento. La cosa subió tanto de tono que finalmente, terminaron sudando la gota gorda con sexo duro entre las máquinas de ejercicios.