Tras ir a estudiar con uno de sus compañeros, esta colegiala tetona terminó en su cama, aunque en un principio era para echarse una siesta. Lo que pasa es que el chaval no pudo resistirse a la jovencita y al final, fue directo a por su coño. Ella no se lo esperaba, pero le dejo seguir y tras hacerle unas pajas cubanas a su rabo, acabó abierta de piernas y gimiendo con el polvazo que los dos se marcaron esa tarde.