La noche acaba de caer y esta zorra francesa empezaba a tener frío mientras esperaba a su amante en la calle. Cuando al fin llegó en su coche para recogerla, no tardó en besarle y entrar en calor en el asiento delantero. Tenían previsto salir a cenar, pero con lo cachondos que iban al final cambiaron los planes. Acabaron en el piso del chico y no les dio tiempo ni a llegar a la cama, ya que ella estaba como loca por probar su polla y además, quería que lo hiciese por la puerta de atrás.