Cuando tiene un rato libre, Violet Starr visita el gimnasio y hace algo de ejercicio, para conservar su cuerpazo y sobre todo ese pedazo de culo que tiene. Una tarde coincidió con un joven cachas y empezó a mirarle mientras levantaba pesas, algo que logró ponerla muy cachonda enseguida. Usó sus dedos para meterse mano y acariciar su coño, hasta que ya no pudo más y decidió usar su pandero para seducirle. No le fue difícil y pronto lo tuvo cachondo y empalmado, hasta quitarse toda la ropa y sudar la gota gorda con una follada que sin duda fue el mejor ejercicio posible para los dos.