Parece que en esta residencia de estudiantes, el sexo es algo casi diario y los chicos y chicas que allí viven no pueden estar ni un minuto sin follar. De hecho algunas de las chavalas decidieron entretenerse comiéndose los coños, mientras otras buscaban a algún chaval para probar su rabo. Al final fue un joven afortunado el que más disfrutó, tras tener a tiro a tres zorritas dispuestas a gozar de su polla dura.