Teníamos el día libre y tras coger nuestros trajes de baño, fuimos a la playa para relajarnos un poco tomando el sol. No es que hiciese un día de mucho sol, pero al menos nos podríamos relajar durante un buen rato. Yo me sentía un poco juguetona y quería cariñitos de mi chico, pero la cosa acabó desmadrándose más de lo que esperaba. Y es que cuando le noté cachondo, quise llevarme a la boca su polla y me dio igual que nos viesen. Él empezó a grabarlo todo en primera persona y al final, acabamos dándole al sexo en público y corriendo el riesgo de que nos pillasen… pero nos dio tanto morbo que al final poco nos importó.