Categorias: Bukkakes
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La primera vez que me comí una polla, me costó lo suyo pero ahora me he convertido en toda una experta. Tengo una garganta profunda y curtida en mil mamadas, algo que demostré en compañía de unos cuantos de mis follamigos. Les invité a mi casa y acabé saboreando todas sus vergas, hasta tenerlos listos para correrse. Y como no, quise que soltasen toda su leche en mi cara, sonriendo mientras disfrutaba de un bukkake bestial.