Le dio por mirar el móvil de su novia y se encontró con una conversación subida de tono con otro chico. Empezó a mosquearse, pero lejos de hacer alguna cosa rara, quiso tomarse una venganza muy especial con ella. Llamó a un colega y le pidió que se pasase por casa, pero antes debía seducir a su pareja en la cama. Tras atarla en la cama y taparle los ojos, su amigo mulato apareció y le dijo que empezase a follársela, haciéndole creer que era él quien la estaba penetrando. Luego destapó sus ojos y empezó a hacerle preguntas, mientras miraba como el negro se la follaba sin parar. Estaba claro que la morena estaba gozando y aunque al final acabaron rompiendo su relación, al menos el chico lo hizo de una manera muy dulce.