Parece que esta rubia está obsesionada con las pollas, tanto es así que ha pedido cita con un psicólogo para estudiar su problema. El tipo le enseña dibujos y le pide que diga lo que ve, pero ella solo ve rabos por todas partes. Era tal su fijación y lo cachonda que se ponía al ver esos dibujos que al final, el terapeuta se aprovechó y se sacó su pollón, invitándola a probarlo y metiéndosela en su consulta hasta llevarla al orgasmo.