Tienen tanto dinero estos jeques, que son capaces de cumplir cualquier deseo y capricho. Y el último que hicieron realidad, fue pasar un buen rato con una zorra como Simony Diamond. Le pagaron una buena pasta y el viaje a su país, donde la chica apareció en ropa interior ante ellos, lista para cualquier cosa. Poco tardó en lanzarse a por sus rabos y en darles placer a esos ricachones, que terminaron dándole una doble penetración a sus ricos agujeritos.