No esperaba toparme con una taxista tan atractiva pero intenté que no se diese cuenta de como la miraba a través del retrovisor. La milf no paró de tirarme la caña hasta que en un momento dado, sacó sus pechotes mientras conducía, poniéndome muy cachondo. Se dio cuenta enseguida y al final, acordó no cobrarme nada por el viaje si a cambio, le daba un poco de sexo en el asiento de atrás. Para mi fue un gustazo y cuando la tuve encima, no dudé en darle duro a su coño y en follármela hasta quedar en paz.