Pensaba que la niñera que tenía contratada estaría haciendo alguna tarea en casa, pero cuando fui a buscarla me la encontré en la cama y haciendo el vago. Le pedí explicaciones y al final, vi como la muy zorra empezaba a insinuarse. No me esperaba esa reacción, pero la muy zorra logró ponerme a mil, hasta ponerse a cuatro patas y pedirme sexo anal. Hacía tiempo que no penetraba un culo y como no, me fue imposible negarme ante semejante ofrecimiento.