Mientras mostraba la casa a este tipo, Shyla Stylez notaba como el mulato la miraba de arriba a abajo. La rubia iba con un vestido muy ceñido, luciendo sus curvas y sobre todo un escote de lo más pronunciado. Lo tenía comiendo de su mano y al final, decidió aprovechar para asegurarse la venta de la casa. Así que tras conseguir su firma, la muy zorra se quitó la ropa y se lanzó a por su polla, cabalgándola duramente en medio del salón hasta terminar ambos más que satisfechos con la follada interracial.