Parece que a esta rubia exhibicionista le encantan las emociones fuertes y una tarde, quiso hacer realidad una de sus fantasías. Siempre había querido follar en público y tras comentárselo a dos amigos, se los llevó a una obra cercana y empezaron a hacer guarradas con los trabajadores cerca para poder verlos. Intentaron no llamar demasiado la atención y con las excavadoras haciendo su trabajo, la jovencita se zampó dos buenas pollas al aire libre y gozó con la experiencia como nunca.