Categorias: Dogfart
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Se nota que me hago mayor y es que después de varios años, mi novio y yo decidimos pasar por el altar y casarnos. Estaba muy ilusionada, pero al mismo tiempo me daba pena abandonar mi soltería. Habían aun muchas cosas que no había hecho y una de ellas era follarme a un chico mulato. No quería que esa espina se me quedase clavada, así que llamé a un amigo que tenía de la universidad y le pedí un favor muy grande. Quería probar su pollón y en cuanto me lo puso delante, me lo llevé a la boca antes de cabalgarlo como una golfa.