Hace poco que Dillion Harper trabaja de sirvienta para un contable de éxito, que pasa mucho tiempo fuera de casa y necesitaba de una asistenta que tuviera su casa como los chorros del oro. La joven morena hace su trabajo de lujo, pero una mañana encontró su tablet y no pudo evitar ponerse a ver porno. Se puso cómoda en su cama y empezó a masturbarse, hasta ser sorprendida por su jefe mientras se tocaba el coño. Verla con las tetas al aire y gimiendo como una perra en celo, despertó en él las ganas de follar y por eso, decidió unirse a la fiesta. Se dejó llevar por el momento y como vemos, dejó al tipo probar su coño y se lo pasó en grande con la brutal follada que le metió.