Cuando vio como su chico empezaba a meterle mano, Misty Stone se dejó llevar y pronto consiguió ponérsela bien dura. La negrita decidió hacerle pasar un buen rato logró hacerlo con una sesión de sexo oral muy bestia. Con esa boca experimentada le hizo de todo a su rabo y acabó experimentando arcadas brutales, mientras se la chupaba con ganas. Lo dejó con una sonrisa en la cara y al final, ella recibió toda su lefa caliente tras dejarle correrse encima.