Con un amigo de su padre a pocos metros echándose la siesta, esta joven mexicana no tuvo reparos en ver porno por su ordenador, hasta acabar cachonda y tocándose el coño. Lo que pasa es que cuando el tipo abrió los ojos y la vio de esa manera, el también terminó con ganas de sexo y ante tal situación, los dos decidieron aprovechar. La jovencita se asombró al ver su rabo, pero no dudó en chupárselo y en cabalgarlo en el salón, donde incluso se atrevió a pedirle sexo anal sobre una mesa.