No sabía por donde estaba mi novio, pero estaba cachonda y decidí masturbar mi coño yo misma en la cama. Preferí no quitarme los calcetines, ya que ahora hace frío y no quería resfriarme. Poco a poco fue entrando en calor, hasta que mi pareja apareció para echarme una mano. Nos besamos y pasamos al sexo en seguida, demostrándome las ganas que le tenía a mi coño y penetrándolo como un auténtico semental.