Tengo la suerte de tener a una novia gordita que, aunque no tenga un cuerpazo estilizado y sin un gramo de grasa, lo que si que tiene siempre son unas ganas de follar locas. No hay día en el que no esté dispuesta a darme placer y ahora, nos ha dado por usar una cámara y grabarnos dándole al sexo. Así que la dejamos apuntando hacia el sofá y pronto tuve su enorme culo delante, dispuesta a menearlo sobre mi polla hasta hacer que eyacule.