Encontramos una playa nudista y enseguida, mi novio y yo nos fuimos corriendo para disfrutar del buen tiempo totalmente en pelotas. Me puse cómoda junto a la orilla, mientras las olas rompían contra mi culo… hasta que apareció por detrás mi pareja muy cachondo. Cogió mis cachetes y empezó a follarme duramente, corriendo el riesgo de que otros bañistas nos viesen. Fue un polvazo en toda regla y cuando estuvo listo, soltó toda su lefa sobre mi boca y me lo tragué todo.