Categorias: Jovencitas
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Parece que esta joven sirvienta tiene un jefe muy pervertido, que siempre la mira cuando limpia e incluso otras veces le lanza frases subidas de tono. Pero esa tarde la cosa fue a mayores y mientras pasaba un trapo, vio como el tipo le metía mano y sobaba sus pechitos sin que ella ofreciese resistencia. Ella necesita el trabajo y por eso, acaba dejándose llevar hasta el punto de terminar en la cama y abriéndose de piernas para dejarle meterle la polla.