Parece que Jordi el niño polla anda algo aburrido y por eso, decide llamar por teléfono a una follamiga tetona que andaba deseando zamparse su rabo. La chavala llegó a su casa con ganas de ponerse manos a la obra y pronto lo hizo, mientras el chaval usaba su móvil para grabar toda la escena. Ella se corrió varias veces con los pollazos de este semental, que terminó llenando su cara de lefa para acabar el polvete casero.