Unos amigos me comentaron que si me iba de viaje, buscase un lugar exótico en Asia. Pensé en pasar por Tailandia, ya que me habían comentado que las chicas eran preciosas. Me fui con todas las ganas del mundo y conocí a una muy guapa, que quiso acompañarme a mi hotel. Lo que no sabía de primeras era que se trataba de una trans tailandesa, pero al final me dio igual y me lo pasé de lujo en la cama, mientras le daba por el culo y la observaba pajear su polla al mismo tiempo.