Tenía algo de hambre y fui a la cocina para merendar, así que pillé un plátano bien grande y pensé en comérmelo. Pero mi mente de pervertida no pudo evitar pensar en una buena polla y al final, decidí darle un uso mucho mejor. De hecho llamé a mi chico y le pedí que grabase lo que iba a hacer, para lo cual terminé desnuda y lubricando bien esa fruta. Acabé metiéndolo dentro de mi coño hasta el fondo y la verdad es que me lo pasé en grande, así que a partir de ahora pienso ahorrarme un dinerito y dejaré de comprarme dildos.