Ya estaba harta de mi marido y de la falta de sexo que teníamos. Necesitaba a un hombre de verdad que me diese lo que necesito, así que empecé a buscarlo y conocí a un chico negro con el que viví una aventura. Después de decirle a mi esposo que me iba de viaje con unas amigas, acabé con el mulato en una habitación de hotel y pasé la mejor noche de mi vida, gozando de su enorme polla y llegando al orgasmo con una follada interracial que me dejó como nueva.