Andaba de paseo con mi moto hasta que al llegar a un descampado, me encontré con una imagen inesperada. Dos guapas colegialas estaban besándose y metiéndose mano sobre la hierba, hasta que me vieron y quisieron que les hiciese compañía. Echaron mano de mi polla enseguida y yo me dejé llevar, hasta ver como las dos me comían la polla al aire libre y se turnaban para montarme como unas desesperadas en un trío que jamás pensé que fuese a pasar.