Apenas había abierto los ojos y ya tenía a su novia encima queriendo sexo, algo a lo que no se pudo negar. Dejó que se la chupase en la cama y mientras lo hacía, agarró su móvil para grabar todo lo que estaba pasando. Al poco rato tuvo su inmenso culo encima mientras cabalgaba su polla, notando como sus nalgas no paraban de rebotarle mientras la chica gemía sin parar. Luego quiso probar su postura favorita ya cuatro patas, siguió dándole durante un buen rato hasta quedar saciados y comenzar un nuevo día con una sonrisa de oreja a oreja.