Fui al supermercado para comparar algunas cosas y quedar con mis amigos de la universidad, pero en uno de los pasillos me pude fijar en una ama de casa muy sexy. La madura estaba espectacular y empezó a sonreírme, hasta acercarme a charlar con ella un poco. Me habló de su marido y de la poca atención que le pone a su relación, sintiéndose muy insatisfecha sobre todo sexualmente. Necesitaba una noche de pasión y me dejó caer la posibilidad de que fuese yo mismo quien se la diese. Así que me invitó a su casa y aprovechamos el rato a solas para darle al sexo, donde demostró ser toda una zorra cuando le ponen delante una buena polla.