Tras ir a visitar con su madre a una de sus tías, esta colombiana fue a saludar a su primo en otra habitación. Los dos jovencitos empezaron a charlar, pero al chaval se le iban las manos a los mulos y sobre todo al culazo de la chavala. Ella tenía miedo de que los pillaran pero al final, cedió ante el calentón de su primo y terminó meneando esas tremendas nalgas sobre su polla y sin que nadie se enterase.