Categorias: Asiáticas
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Aunque por sus pintas parece una buena chica, lo cierto es que esta colegiala japonesa a veces tiene sus momentos rebeldes. Un día se puso un poco borde en clase y acabó castigada por su profesor, teniendo que quedarse en el aula junto a un compañero durante una hora más. Pero en lugar de amargarse y quedarse de brazos cruzados, la asiática aprovechó muy bien el rato y decidió flirtear con su amigo, hasta acabar comiéndose su polla y follándoselo en el mismo suelo, en cuanto su maestro salió y les dejó un rato a solas.