Después de las clases, estas dos empollonas decidieron despejar su mente de tanto examen y se citaron con varios de sus compañeros para cumplir una fantasía. Las chicas acabaron con ellos en la residencia y luciendo sus gafas de intelectuales, mientras se comían cada polla que le ponían delante y demostraban lo expertas que son dando sexo oral. Aunque lo mejor llegaría al final, ya que deseaban formar parte de un bukkake y al final consiguieron su objetivo, recibiendo sobre sus gafas toda la lefa de los chavales.